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La tragedia que enterró a Badfinger: una historia de traición y talento

La terrible historia de Badfinger muestra el lado más cruel de la industria musical. Demuestra que la ingenuidad y el talento no suelen ser una buena combinación, especialmente cuando estas cualidades atraen a los seres más fríos y codiciosos que se esconden tras el mundo del espectáculo. 

La banda más prometedora de los setenta

Badfinger era un grupo formado por cuatro galeses cuyo líder era Peter Ham, un sensible joven nacido en Swansea. Cuando Paul McCartney escuchó las primeras canciones de la banda se quedó asombrado con el talento de Ham, que componía sus propios temas sin haber cumplido siquiera los veinte años.  

McCartney no fue el único en darse cuenta del innegable don de Peter Ham. Los cuatro Beatles apreciaron por igual su música y, poco antes de separarse, colocaron a los Badfinger en Apple Records. Además, George Harrison y John Lennon ficharon al grupo para hacer colaboraciones cuando ambos comenzaron sus carreras en solitario. Bad Finger ayudó a Lennon con Imagine, uno de los álbumes más famosos del artista, y a George Harrison en su concert for Bangladesh. 

Dentro de Apple Records, Badfinger grabó el inigualable álbum No Dice, que es la máxima expresión de brillantez en el mundo musical de los setenta. Las canciones No matter what o Without you son claras pruebas de su tremenda fuerza.

Todos los discos del grupo, especialmente los que sacaron con Apple Records, tienen una clara influencia de sus descubridores ingleses. Algunos de sus temas tuvieron tanto éxito que a los cuatro galeses se les apodó “los nuevos Beatles”. Nada más lejos de su triste destino.

Un fraude con nombre y apellidos

La etapa más bonita en la historia de Badfinger pronto se torció al descubrirse un grave problema: tras años de éxitos desgarradores, colaboraciones magníficas y discos dignos de pasar a la posteridad, los Badfinger seguían viviendo en un pequeño piso que podían pagar de milagro. Estaban igual que en sus comienzos dentro de la industria musical. ¿Cómo era posible que cuatro de los jóvenes más talentosos de toda Inglaterra no pudieran ni cambiar de residencia?

Pues bien, con veinte años y sin nada en los bolsillos, el grupo galés confió en la astucia de Stan Polley. Este hombre fue el manager de la banda durante casi toda su carrera musical, y no dudó en hacerse con el poder de todos sus ingresos. Polley se dio cuenta de que podía sacar mucho provecho del inocente Peter Ham, que no tenía demasiadas ambiciones más allá de codearse con los Beatles y ser un reconocido músico. En seguida consiguió que Bad Finger cambiara de discográfica: de Apple Records a Warner Brothers. 

La entrada de Badfinger en Warner Brothers perjudicó muchísimo a su carrera, ya que dejaron de ser los favoritos de The Beatles, y con ello, renunciaron también a los privilegios que ese título les otorgaba. Además, el primer disco que sacaron con Warner Brothers coincidió con el último LP que grabaron para Apple Records. Había dos discos de esta banda completamente distintos estrenándose en el mercado al mismo tiempo y compitiendo entre sí. Evidentemente fueron los dos un fracaso. 

Un oscuro final

Polley, al no poder seguir estafando al joven por problemas con Warner Brothers, se fugó con todas las ganancias de los Badfinger. A Ham, que apenas podía pagar su hipoteca, no le sobraba ni un céntimo para contratar a un buen abogado. No había recibido nada por su trabajo, ni siquiera por los derechos de autor de Without you, canción que Harry Nilsson plagió años después de que saliera No Dice. Con una mujer, dos hijos y mil cosas por pagar, Ham se ahorcó en 1975. Este horrible acontecimiento no conmovió a los medios de comunicación ni a las discográficas que trabajaron con el desgraciado artista. 

Tras el suicidio de Ham, la banda permaneció separada hasta que tres años después decidieron grabar un nuevo disco. Desgraciadamente, hubo varios enfrentamientos entre dos de sus miembros, Tom Evans y Joey Molland, que al final optaron por seguir caminos diferentes. Pero esto no acaba aquí. Evans, cansado de vivir en la ruina y ver a artistas como Nilsson haciéndose multimillonarios con Without you (que el badfinger ayudó a componer años atrás), se quitó la vida del mismo modo que Peter Ham en 1983. 

Algunas conclusiones

Se ha sacado a la luz una historia que apesta a injusticia y deja al descubierto los riesgos que corren los artistas al dejar su vida profesional en manos de grandes compañías.

Hay quien considera a Badfinger un grupo maldito debido a su mala suerte, pero los acontecimientos que hundieron a la banda nada tienen que ver con hechizos de magia. Los Badfinger estaban tan ocupados componiendo y ganándose la amistad de sus ídolos que no se preocuparon de proteger sus propios derechos. Toda la madurez que derrochaban sus canciones le faltaba a su postura en cuanto a temas burocráticos.

Quince años después de que saliera el primer álbum de Badfinger, dos miembros del grupo ya se habían quitado la vida. Esto pareció no causar mucha impresión en los Beatles, que se pronunciaron poco al respecto. Resulta bastante extraño que, con la influencia que tenían, ninguno de los cuatro reyes de Apple Records fuera capaz de amparar a la banda cuando más lo necesitaba. 

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