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‘El viajero sedentario: ciudades’, un recorrido literario por el mundo

La obra narrativa de Chirbes se puede definir como una colección de paseos literarios que el autor utiliza para describir aquellos destinos turísticos por los que sentía más interés. Pese a su calidad como escritor, sus libros no obtuvieron mucho reconocimiento hasta el final de su vida, cuando recibió el Premio Nacional de la Crítica por su novela Crematorio en 2007. Entre sus novelas, destaca El viajero sedentario: Ciudades. Este libro está formado por un conjunto de relatos en los que se describen más de treinta ciudades del mundo.

En El viajero sedentario: Ciudades priman las descripciones, a través de las cuales el autor consigue trasladar todo lo que es capaz de captar con los sentidos, ya sea un aroma, una textura o un cambio en el clima.  No solamente se limita a transmitir sensaciones mediante la descripción, sino que ofrece un punto de vista sobre cómo se vive en los lugares que aparecen en el libro: sabe sacar conclusiones críticas acerca de la atmósfera de cada ciudad. Además, el autor hace comparaciones de unas ciudades con otras, dejando a un lado las diferencias culturales. Establece similitudes entre lugares tan aparentemente opuestos como Madrid y Pekín.

El viajero sedentario: Ciudades (2004) está escrito en tercera persona. El protagonista recibe el nombre de “viajero”, y parece ser el álter ego del autor. Se trata de un hombre que recorre cada destino descrito mientras recuerda, imagina y se emociona. Quizás este personaje sea un recurso de Chirbes para darle un estilo más periodístico al libro mediante la supresión de la primera persona. Además, para darle una mayor expresividad a la narración, Chirbes hace un uso constante de adjetivos. Esto hace que en ocasiones su lenguaje esté muy próximo a la poesía. 

Otro punto a destacar del libro es que incluye datos históricos sobre muchos de los destinos que se describen. Por ejemplo, cuando el protagonista acude a América, Chirbes comienza el capítulo hablando sobre Jacques Cartier, el hombre al que encargaron explorar la costa del país que ahora recibe el nombre de Canadá. Este tipo de información puede ser de mucha ayuda para historiadores que todavía estén en un proceso formativo.

Para concluir podemos decir que, pese a no ser la obra más famosa de Chirbes, El viajero sedentario: Ciudades es un libro perfecto para quien desee hacer un recorrido por el mundo desde el sofá de su casa dejándose llevar por amplias descripciones. Y, por supuesto, una oportunidad perfecta para iniciarse en el análisis comparativo de ciudades actuales.